martes, 20 de octubre de 2009

La tela de araña

Imaginad que somos Spiderman y empezamos a tejer nuestra telaraña. Los primeros hilos de seda que lanzamos representan la casa a la que volvemos cada noche después de trabajar y la seguridad de que cenaremos y que tenemos a alguien que nos quiere y nos apoya.

Luego vienen los hilos que significan nuestras relaciones con amigos y conocidos y la posibilidad de acceder al médico y a los servicios sociales cuando lo necesitamos.

Los siguientes hilos de seda se tejen con un trabajo digno o, si no podemos trabajar por motivos de invalidez, con una pensión suficiente. La telaraña se completa con los hilos de nuestra salud -física y mental- y con la confianza de que, si nos sentimos mal, tendremos apoyo familiar y de los servicios públicos.

Ahora imaginad que perdemos nuestros poderes y un hilo de nuestra flamante seda se rompe porque hemos perdido el trabajo. No hay problema: el resto de hilos nos sostienen. Pero ¿y si al no encontrar trabajo nos desmotivamos y nos deprimimos? ¿y si esa depresión causa malestar en nuestros seres queridos y los perdemos?

También pueden romperse los hilos al divorciarnos y no tener una red social sólida, porque dejamos de cuidarnos la salud, porque tenemos una pensión no contributiva que no llega a los 400 euros al mes... Entonces la telaraña no aguanta el peso y podemos acabar viviendo en la calle.

Más o menos así explican en mi nuevo trabajo, en la fundación Arrels, el proceso por el que una persona sin hogar acaba en la calle. Vamos, que a todos nos podría afectar si no cuidamos los hilos de nuestra telaraña.

PD. La foto es de la Wikipedia.

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Si no funciona es que hemos fracasado?

De camino a casa me he encontrado con Mariam. Hacía más de un año que no la veía, justo desde que acabé unas prácticas sobre temas de gestión de conflictos en una ONG que trabaja en el Raval.

Las prácticas las hice en un servicio de información a familias inmigrantes y vecinas del barrio que necesitan orientación para buscar trabajo, acceder a becas para el colegio de sus hijos, encontrar un piso no muy caro ni destartalado, etc.

Un día surgió la idea: ¿por qué no aprovechar que algunas madres están más implicadas para proponerles crear un grupo, formarse y colaborar asesorando a otros inmigrantes? Dicho y hecho. A la semana siguiente había siete mujeres, cada una de un país distinto y con su historia a cuestas, que querían participar.

Durante meses trabajamos aspectos de confianza, autoestima y trabajo en equipo. Quedábamos y juntas visitábamos otras organizaciones y servicios sociales del barrio; la idea era conocer de primera mano cómo funcionaban esos recursos para luego poder derivar correctamente a las personas que lo necesitaran. Así confeccionamos una pequeña carpeta con cerca de medio centenar de recursos sobre vivienda, salud, educación, trabajo, formación y ocio y tiempo libre.

Al mismo tiempo, hacíamos teatrillos y pequeñas formaciones para aprender a atender las consultas que les podrían llegar. Y, tres meses más tarde, empezaron a llevar algunos casos reales.

Hoy Mariam me ha contado que el grupo funcionó varios meses pero que luego se disolvió. Supongo que a cada una -como a todos nosotros- le pudieron sus problemas y su día a día, y que en la ONG no supieron darle el suficiente apoyo por falta de recursos humanos en la entidad. O, quizás, la idea de crear el grupo no fue buena desde el principio porque no surgió de las propias mujeres.

He llegado triste a casa pensando que el proyecto fracasó aunque, pensándolo de nuevo, creo que no. A lo mejor no resultó lo que imaginamos al principio pero creo que, a un nivel más micro, a todas nos aportó cosas. Por lo menos, eso me ha dado a entender Mariam.

Mis vecinos contra el cambio climático

El Blog Action Day de este año nos invita a postear sobre el cambio climático. Podemos hablar de refugiados ambientales, advertir que el turismo irresponsable hará desaparecer lugares como el Machu Pichu, recordar que usamos 12 minutos la bolsa del super cuando ésta tarda 500 años en degradarse, etc.

Yo apuesto por rescatar el mapa de los conflictos medioambientales en Cataluña que, hace unos meses, montó la federación Ecologistas de Cataluña con el apoyo de unas 160 organizaciones.

El mapa hace visibles macrogranjas que apuestan por un modelo alimentario intensivo y que no piensan en el medio ambiente, grandes urbanizaciones en zonas forestales que dañan el ecosistema, centrales nucleares, centrales térmicas, agujeros negros en la Red Natura 2000, campos de golf con sistemas de riego abusivos, antenas de telefonía, especulación con el suelo público, contaminación atmosférica... y así hasta superar los ¡200 conflictos ambientales!


La cifra debería preocuparnos porque, siendo egoístas y con una visión limitada, con 200 puntos negros medioambientales por ahí seguro que hay alguno cerca de casa que tarde o temprano nos afectará. Así que, ¿a qué esperamos para unirnos a los vecinos que ya se han movilizado por un entorno más sostenible?

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Algunas ideas prácticas para consumir menos y vivir mejor
A menos de tres meses de la cumbre de Copenhague, dale la vuelta al mundo!
Conviértete en activista por el clima

sábado, 10 de octubre de 2009

La vida loca

Se llama La vida loca y no es la canción de Ricky Martín. Se trata de un documental que se adentra en la vida de los niños y jóvenes que forman la mara 18, una de las principales pandillas de San Salvador (El Salvador).

El responsable es el periodista Christian Poveda, que durante un tiempo vivió con ellos su día a día, vio la violencia estructural que ha llevado a estos jóvenes a ser pandilleros, y fue testigo de la violencia diaria y de la ternura que se vive en las maras.

Dicen que el documental es una de las películas más solicitadas en los puestos callejeros de El Salvador y en nada también lo podremos ver aquí (el martes lo proyectan en el CCCB de Barcelona). Todo un éxito que Poveda no verá, porque el 2 de septiembre fue víctima de la violencia que rodea a las pandillas.

Aquí tenéis la primera parte del documental (y aquí encontráis el resto):


Sobre la mesa, el debate sobre la violencia juvenil y los puntos de vista que existen. "Es bueno que se hagan las labores de reinserción pero lo que primero que tiene que haber en el corazón de estos jóvenes es la conciencia del daño que le están haciendo a nuestro país", dice un policía en el documental. A lo que una ONG le responde: "Hay que buscar alternativas, no sólo con represión se van a arreglar las cosas".

Christian Poveda optó por esta última opción y colaboró en la puesta en marcha de una panadería en la que los chicos y chicas puedan formarse y tener opciones de futuro. Una fórmula que en otros lugares se lleva a cabo con éxito. Un ejemplo es la organización Ser Paz en Guayaquil (Ecuador), que aprovecha la estructura de las pandillas y su organización para poner en marcha microempresas. En los últimos años han creado revistas para el barrio, han abierto peluquerías y ebanisterías y han puesto en marcha microempresas de grafittis y una escuela de break-dance.

Toda una lección de cómo se puede revertir la violencia y un toque de atención a la violencia estructural que se genera desde los gobiernos y que vuelve tantas vidas locas.

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Más información:
Un gran reportaje en Soitu sobre una de las jóvenes pandilleras protagonistas de La vida loca
Galería de imágenes de Christian Poveda

jueves, 1 de octubre de 2009

Tic tac, tic tac... el curso va a empezar

¡El sábado empezamos el nuevo curso con los chavales! Por la mañana vienen las madres a apuntarlos a las actividades de tiempo libre y el refuerzo escolar y, por la tarde, nos toca reunión de voluntarios para planificar el primer trimestre.

He puesto sobre el papel lo que los 19 voluntarios que participamos queremos hacer este año. Cabe en una hojita pero da vértigo!

PD. Si queréis saber más, pinchad en la foto y pasad el cursor por encima :)