Organizar actividades para 45 chavales los sábados por la mañana, 816 horas.
Dar clases de repaso a 22 niños y niñas todos los martes, 420 horas.
Jugar al futbol algunas tardes de los jueves, 52 horas.
Quedar con los adolescentes y hablar de lo que los inquieta, 72 horas.
Visitar a las familias en sus camiones y caravanas y tomar un café mientras te explican cómo están, 200 horas.
Acompañar a varias familias a salir de la exclusión no tiene precio. Para esto y mucho más, voluntariado!
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PD. Cálculo a la baja de las horas dedicadas por 20 personas en 2009 a voluntariado en un proyecto social.
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