Mi afán de conocimiento me lleva estos días a Cuenca. Esta ciudad patrimonio de la humanidad celebra hasta el domingo las fiestas de San Mateo y yo, como buena descendiente de saga conquense, me sumo a ellas.
Pero este año tengo un reto: descubrir qué celebramos exactamente. ¿Era hace años un acontecimiento religioso y de recogimiento? ¿En qué momento la sangre se hizo vino y empezó a correr por las calles? ¿Lleva ese vino al pueblo hacia la luz?
No queda otra, para descubrirlo me veo obligada a recoger testimonios y vivirlo en primera persona... os cuento a la vuelta!
3 comentarios:
jejeje! qué bien suena! qué ganas que cuentes! disfruta miiiiiiil!
jajajaja que tía! Ya nos contarás en tu siguiente entrega
Hola niñas! He vueeeelto!!! mañana ya os cuento, que acabo de llegar y casi no puedo ni moverme de la inmersión total que he tenido que hacer para destapar la verdad de estas fiestas... jojojo
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