viernes, 22 de agosto de 2008

¿Hay que revisar el periodismo?

Sí, y de manera urgente. La manera como se está cubriendo la información de la catástrofe de Barajas debería hacer reflexionar a más de uno en la profesión.

Estos días nos encontramos con decenas de hojas de periódicos, páginas de internet, minutos en la radio y en la televisión que parece que, en el objetivo de llenar ese gran espacio informativo, no dan cabida a la reflexión sobre cómo se debe informar.

Hoy el diario Público trae un artículo de opinión de Luis Sepúlveda que pone sobre la mesa muchas de las cuestiones que estos días me vienen a la cabeza. Os copio algunas:


>> La noticia estaba en la pista, en el avión que ardía, en la comparecencia de las autoridades indicadas de informar sobre la tragedia, pero desde los 'medios' se ordena a muchachitos y muchachitas [...] a lanzarse a la caza de algo que venda, que asegure audiencia, [...] es decir: consigue más contratos de publicidad.

>> Sabemos que la prensa pasa por la peor época, ser periodista es dedicarse a un empleo más que precario, los becarios mal pagados son más rentables que los profesionales con experiencia, y en el caso de quienes trabajan para la televisión, la información dejó de ser un derecho ciudadano para ser la búsqueda de la noticia que venda.

>> ¿Qué siente el periodista de una agencia que dio por buena la información que hablaba de siete muertos? ¿De dónde sacó la información el corresponsal de otra agencia que aseguró que eran ocho? ¿Es que ya en ninguna escuela de periodismo enseñan que en casos como este, por sobre el mérito de la 'primicia' está el dolor de las víctimas?


¿Qué queremos decir cuando hablamos del derecho a la información? ¿derecho a qué? ¿de quién? Quizás necesitaríamos contar con un código de conducta de mínimos y común a todos que dé pistas sobre dónde está la línea que separa la información con vocación ciudadana de la información que puede atentar contra los derechos de las personas.


O quizás no. Quizás sólo necesitaríamos tener un poco más de sentido común.


Pd. La imagen es del diario Público.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón en tus palabras,amiga, pero el problema no creo que sea el periodista, si no las personas que forman y dirigen el medio de comunicación en particular,los becarios mal pagados, van ilusionados a trabajar para aprender y que se encuentran, desmotivación, competición, y bajo el lema “ pisas ó te pisan “ hacen lo que pueden y lo que sea para conseguir un puesto fijo en un medio con el cuál siempre han soñado (“con un poco de suerte” )

Silvia Torralba dijo...

Hola wapa!

Sí, estoy de acuerdo contigo en que gran parte de responsabilidad la tienen quienes dirigen los medios de comunicación porque están más interesados en las ganancias económicas que les puede dar la publicidad (¿será por eso que hay ciertas empresas que nunca son criticadas?) y en defender determinadas posturas políticas, vinculadas también al mundo de los negocios y el dinero.

Pero también creo que todos somos responsables de hacer un tipo u otro de periodismo, a distintos niveles. Como periodista y profesional de la comunicación, por ejemplo, uno puede apostar por utilizar unas palabras u otras, por grabar imágenes de una manera u otra, por acercarse a la persona que va a entrevistar empatizando con ella y no sólo pensando en la frase impactante que quiere que diga...

A lo mejor es algo utópico y creo que todavía debemos aprender todos muchas cosas, pero siento que sí que podemos hacer un periodismo mejor para no dañar sensibilidades cuando se hablen de temas delicados.

Pd. ah, nena, y totalmente de acuerdo en lo que dices sobre los becarios! Sólo deberíamos pasarnos ahora en agosto por algunas redacciones para ver cómo se trabaja y las condiciones precarias en las que están (bueno, de hecho la precariedad es algo que afecta a todo el sector...)

Anónimo dijo...

Hace unas semanas en la revista El jueves, como portada, aparecía Pedro Piqueras director de la Cadena Ser y los informativos de Telecinco en una imagen muy explicita, el Sr. Piqueras (ya comparado con chuky) en una carnicería y con un hacha en la mano cortando carne, la portada rezaba así “Telediarios Sangrientos,todo por audiencia”, acto seguido las viñetas en relación a la portada indicaba la receta del éxito, para que un telediario cumpliera todos lo requisitos y de esta forma parecer más el diario “El Caso” que un espacio informativo y aconsejaban las 3 ESES: Sangre, Sexo y Señora que pasaba por ahí.

Si un director convierte sus espacios informativos en una película gore, no podemos esperar menos de los están empezando.

Y sí tienes razón, cuando dices que hay otras formas de entrar y dar la noticia, pero esa no interesa, niña…

Nuestro sistema quiere sangre, quiere asustar a la multitud